En este episodio quiero hablar contigo sobre la Web 3.0 y cómo ha evolucionado a lo largo de los últimos años. Me gustaría explorar contigo la idea de cómo esta nueva versión de la web ha sido presentada como una revolución antisistema, una especie de transformación total en la era de Internet. Sin embargo, ¿sabes qué? A pesar de todas las expectativas emocionantes, parece que todo eso se ha quedado en el terreno de las ideas maravillosas.
Es interesante cómo cada vez que surge algo nuevo que podría potencialmente causar una gran disrupción, la gente empieza a hablar de cómo va a cambiar todo el panorama. Los seres humanos somos bastante buenos en eso, ¿verdad? Comenzamos a prever el futuro basándonos en estas novedades. Se forma una especie de conversación emocionante alrededor de ello, como cuando surge un nuevo chat en este momento, y de repente todos están convencidos de que el mundo está a punto de transformarse.
Pero, déjame decirte algo: no siempre es tan simple como parece. A menudo, esas afirmaciones audaces y emocionantes son poco más que estrategias de marketing inteligentes. Y aquí es donde entra en juego la Web 3.0. En teoría, esta versión de la web prometía un cambio radical en comparación con las redes sociales actuales y las plataformas que simplemente comercian con tus datos personales. Sonaba increíble, ¿verdad? Una nueva era en la que tus datos estarían seguros y las redes sociales serían más transparentes.
Pero aquí está la realidad que he observado: las promesas y la práctica no siempre están alineadas. Me encuentro cuestionando si realmente existen esas redes sociales totalmente organizadas que funcionan en una blockchain. La Web 3.0 prometía mucho, pero en la práctica, me encuentro con una imagen mucho más compleja. Las expectativas no se cumplen fácilmente y la visión original parece desvanecerse en la nebulosa de las posibilidades no realizadas.
Así que, mi amigo, aquí estamos. La Web 3.0, en mi opinión, no es más que un cúmulo de promesas incumplidas en este momento. Lo que veo en la realidad es un panorama mucho más intrincado y menos directo de lo que se nos ha presentado. Si estás interesado en saber más sobre este tema y descubrir por qué estoy llegando a estas conclusiones, te invito a escuchar el episodio completo de este podcast. ¡Solo dale al play y acompáñame en este análisis más profundo!
La Web3 es un concepto que se planteó como revolucionario y antisistema, y que proponía ser la revolución de esta era del Internet. Su propósito es que la gente pueda ser el dueño absoluto de sus datos y que nadie pueda manipular sus perfiles en una plataforma de contenidos o una red social, y que sea descentralizado y no lo gobierne una empresa solamente, sino que haya consenso.
La adopción de una tecnología es diferente a la innovación porque una cosa es lo que una tecnología es capaz de hacer que pueda ser la quinta, la décima maravilla del mundo, y otra cosa es que la gente la use. Una cosa es destrucción e innovación y otra cosa es adopción.
La Web tres inició tímidamente y se quedó así porque una cosa es innovación y otra cosa es marketing, y hay gente muy buena haciendo productos digitales fenomenales, pero no le meten un peso de promoción porque creen que porque es destructiva y es la leche, ya se va a servir al. Eso no funciona así.
Los datos de las personas están en riesgo en algunas redes sociales descentralizadas debido a que como seres humanos, al fin hay gente bañando, hay gente tóxica, hay comportamientos sectarios en alguna de esas redes sociales. Entonces los datos, aunque son míos, están en riesgo de ser ocultados.
¡Gracias por escucharnos!
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