No todo lo que brilla es oro, y no todo tienen de positivo las redes sociales a la hora de conversar con el otro.
¿Quieres saber a qué me refiero?
Han pasado ya más de 18 años cuando conocí el mIRC, un sistema (underground) de chat con el que podías conversar en diferentes salones públicos categorizados o por país o por temática. Era un sitio de encuentro donde a través de texto y códigos podías comunicarte con las personas que allí encontraba. Paralelo a este sistema estaba el MSN Messenger, un sistema de mensajería más dinámico, con gráficos, más entretenido y versátil. Era como una mezcla entre Whatsapp y Messenger, ambas aplicaciones de Telegram actualmente.
Las redes sociales siempre han existido. El ser humano, en tanto su condición, siempre ha buscado la manera de estar acompañado, de congregarse, de unirse a grupos. Hay etapas en la vida del ser humano donde la identificación con grupos sociales es indispensable para la fijación de ciertas actitudes y valores, lo que muchos llaman personalidad. Hablo específicamente de la etapa de la adolescencia.
Si bien estas nuevas tecnologías nos permiten acercarnos a los demás, no menos cierto es que no todos hacen un uso adecuado de ellas. Tenemos grandes plataformas digitales donde se pueden intercambiar toda serie de recursos interactivos (imágenes, videos, podcast, memes…), pero tenemos personas que tienen muy poca inteligencia emocional para enfrentarse a ese monstruo que está presente cada día y a cada momento: las redes sociales.
Y una prueba de todo esto es la aparición de fenómenos que no existían, como por ejemplo: el sexting (envío de material sexual por imágenes o videos), el ciberbullying (acoso por redes sociales), y la cantidad de suicidios que se han incrementado por situaciones como estas a través de estas plataformas.
¿Por qué afirmo que las redes sociales afectan directamente la comunicación efectiva entre los usuarios?
Existen elementos de la comunicación que se pierden cuando solo se utilizan las redes sociales. Con este artículo no pretendo satanizar las redes sociales, pues hago uso diario de ellas, pero entiendo que solo son un complemento más a la hora de comunicarnos efectivamente con otra(s) personas.
Para que exista una comunicación efectiva deben entrelazarse diferentes actores y factores:
Actor 1: El emisor, quien inicia la interacción,
Actor 2: El receptor, quien recibe el contenido del emisor,
Actor 3: El mensaje, que es el contenido tal cual.
Factor 1: La atención activa, que es la capacidad de prestar toda la atención a quien emite el mensaje, y al mensaje mismo,
Factor 2: La interpretación, es decir, la manera en cómo el receptor procesa y da sentido al mensaje,
Factor 3: La interacción entre el emisor y receptor, donde interviene no solo el mensaje en cualquiera de sus formas (escrito o hablado) sino también el lenguaje corporal, o lenguaje no verbal, que dice tanto…
Y otros factores más: El tono con el que se emite el mensaje, el cómo se dice, la emoción que refleja, y mucho más.
Entonces, te pregunto: si analizas todos estos factores que acabo de mencionar, ¿Cuáles no necesariamente podrían estar presentes cuando dos personas se comunican a través de las redes sociales?
En el caso de que se utilice el formato de texto, faltarían los factores: el tono, la emoción que refleja, y la atención activa (probablemente, puesto que muchas personas mientras hacen otras cosas, chatean).
Si se utilizara el formato de video o audio, estos factores anteriores SI estarían presentes, pero faltaría el lenguaje corporal o no verbal, puesto que tanto el emisor como el receptor se visualizan de forma limitada.
Probablemente el formato que más factores integra dentro del proceso de comunicación efectiva es el de audio, pero al igual que el video tiene también sus limitaciones.
La mejor forma de comunicarse efectivamente con otra persona es con la presencia física. Si, ya se, si hay una gran ventaja de la tecnología es que nos acerca a aquellas personas que no podemos tener a nuestro lado. Estoy convencido de esto, pero es importante que tengas en cuenta que la comunicación vía redes sociales, es complementaria, no determinante. Déjame te lo explico: es imposible sustituir la comunicación presencial por un chat, por lo mismo que he explicado anteriormente. Lo mismo con otros formatos. Las redes sociales, los chats, tienen validez, tienen ventajas, pero no van nunca a sustituir al lenguaje presencial porque es el único en el que intervienen todos los factores que he mencionado y muchos otros más.
¿Y qué sobre los emoticones que se utilizan en las redes?
Sobre los emoticones, como psicólogo, también tengo mi postura. Si te interesa que dedique un artículo sobre esto, escríbeme a través del formulario que está al final de este escrito.
En conclusión, mi recomendación es que no utilices las redes sociales como única forma para conversar con tus amigos y otros seres queridos, y menos para conocer nuevas personas. Hacer el uso adecuado de ellas consiste en ser consciente de que son un complemento muy positivo para mantenerte en comunicación con los demás, pero que no es suficiente Y nunca lo será (aunque suene radical). Hace falta también esa llamada por teléfono (si, ese aparato que se usa para hablar por voz!), y esa cercanía que produce el encuentro entre dos personas. La digitalización y la tecnología no debe privarnos de nuestro mejor recurso como seres humanos, la comunicación efectiva.
¿Tú que piensas al respecto?. Déjame saber tu parecer, me encantaría conocerlo.