Recuerdo aquellos agitados días y buenos momentos cuando realizaba mis estudios de licenciatura en psicología clínica, buenos maestros, buenos contenidos y la idea de que la psicología era la ciencia que podía terminar con el sufrimiento humano. Y ahí estaba yo, sentado en mi butaca tratando de absorber todo lo que escuchaba y lo que veía. Ni siquiera me percaté lo rápido que pasaron esos años y llegó el momento de graduarme.
En aquellos días, alrededor del año 2006 conocía muy poco sobre los modelos de tratamiento terapéuticos utilizando plataformas digitales. Yo, que venía de una formación ética donde lo primordial era el encuentro personal entre el usuario y el terapeuta, no concebía la idea de que se pudieran lograr resultados óptimos habiendo dos personas en lugares tan distantes y solamente unidos por el internet. No obstante debido a mi actitud cuestionadora y mi formación como investigador, decidí, antes de convertirme en un crítico o juez sobre este método, comenzar a documentarme al respecto y poco a poco poner a prueba la eficacia de la terapia en el ambiente virtual.
En la actualidad hay diferentes estudios que muestran la eficacia de la terapia online para pacientes con problemas de ansiedad, depresión, fobias, adicciones, etc: Swinson, R. P. y col. (1995), Alfred Lange y col. (2003), Kessler D. y col (2009) o Gallego, M.J. y col (2011). Cabe mencionar que el principal órgano gestor de las principales investigaciones psicológicas del mundo, la American Psychological Association (APA) avala el método de la terapia online y su efectividad en usuarios con condiciones particulares.
¿Quiénes pueden solicitar terapia online?
Las primeras investigaciones realizadas para medir la efectividad de la terapia online fue con usuarios con trastorno de agorafobia (miedo a salir de su casa) por el tipo de características que poseen las personas que padecen de esta condición. Más tarde y de manera cada vez más ascendente se ha comprobado la efectividad de la psicoterapia online en la mayoría de los trastornos o situaciones personales, familiares o de pareja. Hay que tener en cuenta que cada caso es único, y el profesional de la psicología debe antes de iniciar cualquier tratamiento psicoterapéutico evaluar si la modalidad online es pertinente para trabajar con el usuario que la solicita. Sin embargo, hay muchos psicólogos que ofrecen sus primeras consultas en el formato online para luego diseñar un plan de tratamiento acorde a la situación que presenta el usuario.
Si no existe alguna condición mental o de discapacidad que limite al usuario para acceder a través del internet a los servicios de un psicólogo, entonces puede hacer uso de la terapia online para tratar su situación.
¿Cuáles tipos de intervenciones se pueden hacer online?
Actualmente existen muchos paradigmas y herramientas que utilizan distintos profesionales de la psicología, que pueden aplicarse en un entorno digital. Dependiendo la situación o condición del usuario que solicita el servicio, hay ciertos tipos de intervenciones que se pueden trabajar, y quizás otras no. Muchos de los profesionales que ofrecen servicios de psicología online realizan intervenciones para situaciones como: ansiedad, estrés, depresión, esquizofrenia, trastornos del estado de ánimo, problemas de pareja, problemas de identidad sexual, situaciones familiares, y otras situaciones personales de los clientes.
Es necesario aseverar que habrá casos en que la terapia online sirva como un instrumento para monitorizar o dar seguimiento a clientes que ya está en tratamiento terapéutico luego de haber tenido varias consultas presenciales (en consultorio), y en otros casos hacer todo el proceso bajo esta modalidad. Todo depende del caso y la decisión siempre ética y pertinente del psicólogo cualificado.
¿Cuáles beneficios ofrece la terapia en esta modalidad?
Entre las ventajas y beneficios que ofrece la terapia en la modalidad online, y de acuerdo a mi propia experiencia de trabajo, podemos mencionar:
- La decisión es del usuario: tú decides del tipo de formato en el que te quieres comunicar con tu terapeuta. En la terapia online existen diferentes formatos: por correo electrónico, por chat escrito, por voz, o por videoconferencia. Cada tipo de formato tiene sus características y puedes utilizar el formato con el que te sientas más cómodo.
- Accesibilidad: como ya mencioné anteriormente, son muy pocos los casos o usuarios que solamente podrían verse en la consulta presencial, lo cual debe evaluar el terapeuta. La mayoría de los usuarios pueden acceder a este servicio, solo contando con conexión a internet, cualquier computador (pc, Smartphone o Tablet) y en el formato que lo prefieran.
- Sin límites geográficos: No importa en qué lugar del mundo te encuentres, puedes depurar y elegir el profesional que mejor consideres que puede ayudarte, aunque aún hay miles de psicólogos que no están aprovechando esta modalidad, te aseguro que los profesionales más actualizados en el área ofrecen estos servicios. Tienes un océano de profesionales altamente calificados para esto y tú decides con quién quieres trabajar.
- Comodidad: El ritmo de vida que llevamos no nos ayuda a sacar tiempo de calidad para buscar ayuda terapéutica. Desplazarnos hasta un consultorio, encontrar un sitio para aparcar, estar mucho tiempo viajando o dejar a familiares a cargo en casa de otra persona durante la terapia, pueden ser algunos de los problemas que tengamos que solucionar para ir a la consulta. El tratamiento online te facilita el acceso a terapia en estas ocasiones. Puedes realizar la sesión cómodamente desde tu casa o la habitación de un hotel. Simplemente necesitas un espacio privado y tranquilo y asegurarte que durante el tiempo que dure la sesión no tendrás distracciones ni te interrumpan.
- Flexibilidad: En mi experiencia y la de mis colegas más cercanos, como el caso de Jeymi Febles, la mayoría de las consultas online son pautadas para horas nocturnas, muchas más allá de las 9:00 p.m. En la consulta presencial debes amoldarte al horario de apertura o la disponibilidad del terapeuta. En la modalidad de terapia online es el psicólogo el que se adapta a tus horarios, realizando las intervenciones en el momento que más te convenga.
- Anonimato: Hay ocasiones en las que podrías necesitar o querer mantener tu anonimato. La terapia online te proporciona un espacio donde poder realizar las intervenciones sin revelar tu identidad y pudiendo usar un seudónimo en vez de tu nombre. Ya sea por email, chat o videoconferencia (con y sin la cámara conectada) puedes contar con un psicólogo para colaborar en la solución de los problemas a los que te estés enfrentando.
- Mayor efectividad: Si, lo digo abiertamente. Los psicólogos sabemos la alta tasa de deserción que hay en la consulta presencial. Si bien esto se debe a múltiples factores, la terapia online al tener todas estas ventajas antes mencionadas hace que el usuario se comprometa más a trabajar, ya que el tratamiento y el formato de la consulta son manejadas por él, y dónde solo él es el centro del proceso.
¿Es seguro y confiable utilizar el internet para trabajar un caso tan privado con un psicólogo?
Los psicólogos que trabajan bajo el formato online, por lo menos en mi caso y otros colegas, utilizamos las plataformas más confiables y accesibles para trabajar. Si el formato es vía correo electrónico, generalmente se utiliza un correo alojado en un hosting privado y vinculado a la web o blog del terapeuta, lo que garantiza que los correos no son manipulados por el proveedor del servicio. En el caso de la videoconferencia o chat escrito, el software más popular utilizado es Skype, quien ha demostrados ser el más seguro y estable para la comunicación entre usuarios vía internet. No es descartable tampoco el uso de otras herramientas más sofisticadas que puedan ser sugeridas por el solicitante o el terapeuta.
Con respecto a la confidencialidad, todos los psicólogos (del mundo) tienen en su haber profesional el principio ético de guardar la confidencialidad de lo que se habla o se trabaja en un proceso terapéutico y el anonimato de sus usuarios, y esto es indiferente al tipo de formato con el que se trabaje (presencial u online). Cualquier usuario que vea vulnerada su confidencialidad puede valerse de instrumentos legales para demandar al profesional, por violación a este principio ético.
¿En cuáles casos no es recomendable utilizar el formato online para terapia?
Si se presentan casos donde el terapeuta necesita hacer alguna intervención presencial, solo se recomienda hacer el proceso en consulta. Hay situaciones como fobias, miedos, ansiedades que por los ejercicios que se han de aplicar en su tratamiento, necesitan al paciente presente en la consulta. Este criterio lo evalúa el profesional de la consulta.
Pues yo… prefiero ver cara a cara a mi terapeuta
Entiendo que quizás en tu país o tu cultura existan aún muchos tabús con respecto a la práctica de la psicología, y quizás la creencia que la presencia del terapeuta en la consulta es parte de la solución de tu problema. Toda persona debe utilizar, al solicitar servicios terapéuticos, el formato con el que se sienta más cómodo, y eso hay que respetarlo.
Ahora bien, soy de los que piensan que lo que no conoces “puedes aprenderlo”, y que “hay que cuestionarlo todo”. En mi caso particular, siendo estudiante de psicología, tampoco concebía este tipo de formato para trabajar, y me di la oportunidad de aprender y de medir si realmente este tipo de tratamientos da resultado. Te invito por tanto a abrir tu mente a nuevas posibilidades y, así como yo, puedas darte la oportunidad de probar la eficacia de la terapia online.
2 comentarios en “¿Realmente funciona la terapia online?”
Hola Robert, me parece muy interesante tu artículo y te comento que yo he estado recibiendo terapia psicológica de manera online. La verdad es que me ha resultado bastante cómodo y práctico, aparte de no noto tanta diferencia con uno presencial. Puedo decir que tengo una experiencia bastante positiva acerca de este tipo de terapia y recomendaría al 100 por 100 a otras personas que la prueben.
Un saludo!
Hola Iván, gracias por tu testimonio. Me alegro que la experiencia te sea de provecho. Saludos.